miércoles, 18 de marzo de 2009

La Fibra terapéutica

La fibra terapéutica

Por: Luis Arredondo

(extracto)

La fibra se diferencía en tres conceptos: fibra cruda, fibra vegetal y fibra dietética.

Hay fibras insolubles como el salvado de trigo y fibras solubles como la pulpa de las frutas y vegetales.

Luego del desastre sanitario en occidente, se recomienda ingerir diariamente entre 20 a 30 gramos de fibra. Actualmente solo el 9 por ciento de la población norteamericana ingiere esa cantidad de fibra.

Este hecho a constituido la base epidemiológica para relacionar numerosas enfemedades metabólicas y del aparato digestivo con la falta de fibra en nuestra dieta.

COMIDA RAPIDA

El problema que subyace con la comida rápida es que son alimentos refinados que tienen poco peso, éste hecho implica que la dieta actual contiene poco o muy poco residuo, por falta de la necesaria fibra contenida especialmente en las legumbres, verduras y frutas. Esta carencia supone, en la edad adulta, un factor de riesgo que contribuye al desarrollo de numerosas enfermedades. Sin embargo, en la niñez y adolescencia constituye un alarmante error dietético, ya que va a influir decisaivamente en la aparición precoz de enfermedades graves como la obesidad, la diabetes, la hipercolesterolemia y otras del sistema digestivo, como el estreñimiento crónico, la diverticulosis y el cáncer de colon. De hecho muchas de esas enfermedades se inician en la edad pediátrica, aunque se expresan clínicamente, en la mayoría de los casos, a partir de la cuarta década de la vida.

COMIDA CHATARRA son productos elaborados con un alto contenido de grasas saturadas y carbohidratos, de escaso valor nutritivo, y ausencia total de fibra dietética.

PROPIEDADES DE LA FIBRA DIETETICA

1-Resistencia a la digestión. -

2-Capacidad de absorción y retención de agua. Las fibras captan agua dependiendo de su grado de solubilidad.

Las fibras solubles presentan una estructura que permite la fijación de agua.

3-Fijación de sustancias orgánicas e inorgánicas. La fibra dietética pasa a través del intestino, donde desarrolla su capacidad de hidratación y de fijación de sustancias como las proteínas, hidratos de carbono y grasas. Con su acción, éstas sustancias retrasan su absorción y aumentada ligeramente su excreción con las heces.

La pérdida de proteínas, hidratos de carbono y grasas que saldrán al exterior con las heces no es, desde el punto de vista nutricional, importante y, sin embargo, pueden ser de gran utilidad para el control de algunas enfermedades, como la diabetes, y la hipercolesterolemia. Las fibras con mayor capacidad para atrapar en su interior a estas sustancias son las viscosas o solubles.

La fibra previene el cáncer. Gracias a la acción de la fibra dietética, se puede arrojar junto con la materia fecal, los ácidos biliares evitando que las bacterias desconjuguen los ácidos biliares y el colesterol, sustancias que activan la proteinquinasa celular C, que es un estimulante de la proliferación celular (cáncer)

Se recomienda no tomar más de 50 gramos de fibra al día para evitar fijaciones excesivas de minerales.

CONCLUCIÓN: Comes fibra o te mueres.

La mayoría de las células de nuestro organismo se produce mediante el oxígeno y los nutrientes que le llegan a través de la sangre. Sin embargo, la nutrición de los colonocitos no sigue esta regla general, sino que la mayor parte de su nutrición seproduce desde la luz intestinal, siendo el butirato quien aporta el 75 por ciento del oxígeno que necesitan.

La fermentación en el intestino grueso produce Acidos Grasos de cadena corta (AGCC). Los sustratos fermentativos que utiliza la flora intestinal son la fibra dietética, el almidón resistente, los carbohidratos solubles como la fructosa y lactosa y el moco intestinal.

Desde el punto de vista de la fermentación bacteriana, la fibra puede dividirse en dos categorías.

Poco fermentables como la celulosa como el salvado de trigo que son resistentes a la degradación bacteriana en el colon y son excretadas intactas por las heces.

Muy fermentables ricas en hemicelulosas (solubles e insolubles) o ricas en ácido glucourónico, representadas por las pectinas (fibra de las frutas). Todas son fermentadas y degradadas rápida y completamente por la flora del colon.

Los efectos de la fermentación en el colon de la fibra dietética y del almidón resistente son imprescindibles para el buen funcionamiento del aparato digestivo, y la ausencia del sustrato fermentativo necesario puede producir alteraciones de consecuencias importantes.

Al producirse la fermentación, la flora intestinal utiliza la fibra dietética para su propia nutrición y crecimiento, aumentando la masa bacteriana llegando a representar ésta, un tercio del peso de las heces. Este constituye uno de los mecanismos que hacen a la fibra aumentar el volumen de las heces de manera considerable.

El colon humano contiene alrededor de 400-500 especies de bacterias diferentes. Los productos que se forman dependen del tipo de fibra y de la composición de la flora bacteriana.

De los sustratos fermentativos dependerán los tipos de bacterias que se desarrollarán. Cada sustrato conduce al crecimiento parcial de una especie bacteriana.

Un crecimiento desmesurado de estas bacterias provoca, consecuentemente, una rápida degradación del sustrato y una pérdida de sus efectos fisiológicos. Es también conocido que una dieta pobre en fibra puede producir cambios en la ecología de la flora intestinal y convertir los lactobacillus, habituales en el colon, en bacterias capaces de desdoblar los ácidos biliares en compuestos cancedrígenos, como el deshidronorcoleno y el metilcolantreno.

Todo esto supone que para poder mantener una buena ecología intestinal los sustratos fermentativos disponibles en el colon deben ser variados.

Los Acidos Grasos de cadena corta son formados por acetato, propionato y BUTIRATO.
La importancia del BUTIRATO es que es un subproducto de la fibra fermentada en presencia de las bacterias que provoca la disminución del PH en el colon y el PH bajo reduce la síntesis de mutágenos (agentes cancerígenos). Además el BUTIRATO disminuye la proliferación de los colonocitos neoplásticos, y por su parte la fibra inhibe el crecimiento de cepas bacterianas que degradan los ácidos biliares en compuestos cancerígenos.

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