lunes, 21 de junio de 2010

Vagina; caída del tejido: Prolapso

Prolapsos


El prolapso es un problema femenino que viene acompañado de una sensación de pesadez en la zona genital, esto hace que la misma padezca muchas veces de incontinencia, dolor, molestias y dificultades en sus relaciones sexuales.

El prolapso aparece cuando hay un descenso de un órgano desde su posición normal, y en el caso del prolapso genital, se produce cuando los órganos pélvicos descienden a la zona más débil de la pelvis y por efecto de la gravedad pueden asomar por algún orificio, ya sea la vagina o el ano.
Hay condiciones físicas en la mujer que predisponen a la aparición del prolapso, a veces es por un bajo tono muscular o laxitud en sus tejidos, pero también pueden darse en algunos casos donde la mujer ha tenido muchos partos o períodos de expulsión demasiados largos, bebés de gran tamaño, obesidad, el climaterio o la presencia de miomas uterinos o cualquier otro tipo de tumoración que aumente el peso de los músculos pélvicos en forma constante.
Hay estudios realizados que aseguran que casi el 68% de las mujeres que ha tenido un parto, padecen de alguna manera algún tipo de prolapso, muchas veces asintomático, pero hay diferentes tipos de esta patología, y lo mejor para tratar la incontinencia urinaria producida por los mismos, es consultar con tu ginecólogo, ya que con algunos ejercicios se puede corregir, y evitar este malestar que solemos padecer las mujeres.
No dudes en realizar las consultas pertinentes.


Las causas de incontinencia urinaria y/o prolapsos son múltiples: la multiparidad es fundamental: a mayor numero de niños, mayor probabilidad de presentar ambas patologías. Haber tenido parto o cesárea: generalmente las mujeres con partos tienen mayor índice de prolapsos e incontinencia que las mujeres que tuvieron niños a través de cesáreas, sobretodo cuando el peso de la madre es mayor a 22Kg. durante los embarazos, o el peso de los niños es mayor de 4Kg al nacer. Igualmente partos traumáticos, de mucho tiempo con o sin utilización de fórceps, ayudarían a padecer estas patologías. La Menopausia: con el hipoestrogenismo (disminución del Estrógeno) a nivel del piso pélvico, se disminuye la tasa de producción de Colágeno a ese nivel, acompañado de atrofia genital y flacidez de los tejidos, lo que aumenta la probabilidad de presentar prolapso o incontinencia. La Obesidad aumenta el peso sobre el llamado Piso pélvico, y eso aumenta la posibilidad de tener alguna de estas patologías. La raza: es más probable que la raza blanca tenga mayor índice de prolapsos e incontinencia que la raza negra. Un factor hereditario: hay mujeres que tienen un factor congénito familiar que las hace más propensas a tener prolapsos, e incontinencia urinaria. Igualmente pacientes con un historial de constipación (estreñimiento) crónico. Finalmente las intervenciones quirúrgicas repetidas sobre el piso pélvico pudieran debilitar la musculatura a ese nivel y producir prolapsos, o incontinencias.

ESTUDIO URODINÁMICO

Estas patologías no tienen edad. Aunque es más frecuente observarlas en mujeres mayores de 45 años, con paridad completa. Es frecuente que mujeres después de una histerectomía abdominal total refieran salida involuntaria de orina con la realización de algunos esfuerzos. Ello se debe a que, probablemente, ya tenían esa debilidad del esfínter urinario externo, pero estaba enmascarada debido al peso que el útero estaba ejerciendo sobre la uretra, que es la estructura que permite la salida de orina desde la vejiga hasta el exterior, y la estaba angulando. Al retirar el peso de ese útero fibromatoso, o prolapsado, se comienza a observar incontinencia urinaria, inicialmente de manera eventual, y posteriormente con los esfuerzos cada vez menores, como reír, estornudar, toser o cambiar la posición para incorporarse. Para prevenir esto, siempre se recomienda la realización de un Estudio Urodinámico preoperatorio, el cual es un estudio de presiones, que se realiza en el consultorio, alrededor de 15 minutos, e indoloro, el cual determinaría si es necesario realizar la colocación de una cincha suburetral a esa paciente, o quedaría perfectamente bien sin la misma, lo cual evitaría una segunda intervención quirúrgica, y actualmente la mayoría de los ginecólogos la están solicitando de manera preoperatoria.

DIAGNOSTICO

La paciente llega a la consulta sola o referida por algún ginecólogo, presentando salida involuntaria de orina la cual ha empeorado en los últimos meses. Inicialmente se presenta con grandes esfuerzos, pero con el tiempo comienza a verse con la tos, estornudos, cambios de posición, inclusive con las relaciones sexuales, lo cual limita la función sexual de la paciente por vergüenza con la pareja.

Otras pacientes consultan porque sienten sensación de peso a nivel genital, se tocan alguna “masa” a ese nivel o no desean tener relaciones con sus parejas porque tienen “algo” que les molesta a nivel de la vagina. La mayoría de las pacientes actualmente son mas activas, y son mujeres que trabajan, son amas de casa, hacen ejercicios físicos, viajan y tienen relaciones sexuales activas. Eso mejora el diagnostico, porque la mayoría consulta rápido apenas empieza a tener síntomas. Todo depende del nivel de tolerancia de las pacientes: hay unas que acuden inmediatamente porque pierden un poco de orina o sienten algún peso genital, otras sienten que es parte del envejecimiento y que no hay nada que las cure o mejore: nada mas lejos de la realidad. Las otras porque desde que parieron, o entraron en la menopausia se observan unos genitales diferentes, con o sin disfunción sexual.






Prolapso uterino
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