jueves, 19 de enero de 2012

Cigarro, más peligroso que la marihuana

  • Estudios demuestran que la nicotina afecta las proteínas, las encimas que regulan cambios genéticos, lo que podría explicar por qué la nicotina podría actuar como una droga de entrada a otras, porque aumenta los efectos reforzadores de otras drogas como es el caso de la cocaína

    • Foto: Archivo Vanguardia

    Ciudad de México. La directora del National Institute on Drug Abuse (NIDA) de Estados Unidos, Nora Volkow, destacó que el consumo de cigarro representa un riesgo mayor que la marihuana como droga de entrada a uso de narcóticos más fuertes como la cocaína.

    Al dictar la conferencia "Lo que nadie nos enseñó sobre la nicotina", en el Instituto de Enfermedades Respiratorias de la Ssa, refirió que se ha dado mucha atención a la marihuana como droga de entrada, mientras al cigarro se le ve como menos peligroso, pero no es así pues estudios recientes en Estados Unidos lo demuestran.

    Volkow Fernández agregó que el concepto de que la marihuana es una droga más suave y permite abrir la puerta a drogas más duras tampoco es cierto; sin embargo, hallazgos epidemiológicos muestran que no es ese enervante la puerta de entrada a fármacos duros sino el tabaco.

    Incluso, observó, casi toda la gente que fuma marihuana, antes de hacerlo, consume cigarro o alcohol, por lo que se debe considerar el concepto de que quizá el tabaco es una droga de entrada, al igual que el alcohol, para la marihuana y otras sustancias duras.

    La especialista refirió que hace seis meses se efectuó un estudio en la Universidad de Columbia, dirigido por Eric Kandel, Premio Nobel en Neurociencias, que revela los mecanismos por los cuales el cigarro puede actuar como droga de entrada a otras más severas.

    Estos estudios demuestran que la nicotina afecta las proteínas, las encimas que regulan cambios genéticos, lo que podría explicar por qué la nicotina podría actuar como una droga de entrada a otras, porque aumenta los efectos reforzadores de otras drogas como es el caso de la cocaína.

    La directora del NIDA abundó que estos hallazgos también inclinan a los investigadores que evalúan si el alcohol tiene los mismos efectos de la nicotina como droga de entrada.

    Comentó que en el estudio de la Universidad de Columbia se le pregunto a personas que abusan del consumo de cocaína si fumaban antes de empezar con esta droga dura, y 97 por ciento de ellos respondieron que cuando consumieron por primera vez cocaína estaban fumando cigarros con nicotina, y sólo tres por ciento empezó cocaína sin haber usado tabaco.

    El estudio revela que al usar crónicamente cocaína ocurren cambios que aumentan la plasticidad de los sistemas de refuerzo de drogas en el cerebro, y en el experimento se expusieron a animales a la cocaína de manera crónica, mencionó Nora Volkow.

    Lo que hace la cocaína, explicó, es producir cambios en la cromatina que la abre y permite leer a factores de transcripción en los genes; se hacen cambios en las células que tienen que ver con la redistribución de los receptores y cambia la conducta de los animales, al tiempo que los hace compulsivos.

    Volkow Fernández expuso que lo interesante es que una semana antes de que se le diera la cocaína a estos animales se les suministró nicotina de manera crónica o constante, y al darles la nicotina se observó que estos cambios fueron mucho más rápidos.

    En cuanto a los medicamentos para dejar de fumar, consideró que se está en la edad media pues sólo se tienen siete aprobados y de ellos sólo tres son los más efectivos, pese al grave problema de mortalidad por la adicción al cigarro, al morir en el mundo cada año siete millones de individuos a consecuencia del tabaquismo.

    Informó que la mayoría de los medicamentos son remplazadores de la nicotina y los otros no son tan efectivos, pues sólo logran una abstinencia a los seis meses en 33 por ciento de los adictos al tabaco que probaron con este método para dejar de fumar.

    Por ello recomendó la combinación de medicamentos, con lo que se aumenta la abstinencia a 60 por ciento, el doble que en el uso de medicamentos aislados, pero la posibilidad de usarlos realmente es difícil pues su costo es alto, de más de 300 dólares mensuales, y se requiere por lo menos tres meses de tratamiento más terapia.

    Otra opción, sugirió la experta, es la Cyticina que se ha usado en las repúblicas soviéticas por 40 años como tratamiento para dejar de fumar y se llama Tabex; en Polonia el tratamiento cuesta 15 dólares y en Rusia seis dólares.

    Informó que con este medicamento para dejar de fumar se hicieron pruebas y en un tiempo de tratamiento de 25 días se logró una abstinencia en el fumador de un año, lo que ofrece una alternativa terapéutica.

    Finalmente, Nora Volkow descartó que la vacuna contra la nicotina sea lo mejor y se logre tener pronto, pues dicho biológico, que está en prueba a nivel clínicas, consiste en unir la nicotina con un antígeno para generar anticuerpos que se unen a la nicotina e impidan la entrada al cerebro.

kg

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